Una vela para el diablo no es suficiente. El fuego del infierno corroe en el interior del demonio predilecto.

martes, 11 de enero de 2011

Definitivamente, cuando digo, que éste ángel ha perdido la cordura, es que la ha perdido y no hay vuelta de hoja.
¿Sentimiento? ¿Sentimiento de qué? Sólo conozco el de odio, el de rencor, el de venganza, el de la destrucción -si a eso se le puede llamar sentimiento, claro está-.
Me pone enfermo que hable con tanta parsimonia, que su lavia sea tan calmada. Me pone jodidamente enfermo... Mirarle a los ojos y observar que no tiene problemas, ni los tendrá, que nada le importa, que sobrevivirá, que será feliz luego de que llegue su muerte.

-No te entiendo, ¿a qué te refieres con sentimiento?
-Cuando hablo de sentimiento, me refiero al hecho de sentir. No es tan difícil de entender Soul.

Le observo con los ojos ligeramente achinados plasmando en mi rostro una fase de exasperación.
No lo entiendo, por más que lo intente no soy capaz de entenderlo. Sólo necesito sencillas explicaciones, fáciles de entender, no tengo ganas de derrochar parte de mi vida, en estúpidas conclusiones.
No le pido más que... Maldita sea, ¿de qué se ríe?

-Bonitos pensamientos.
-¿Qué? ¿Ahora mis pensamientos ya no son privados?
-Mmh... ¿Cuándo lo fueron?

Genial, genial... Ahora ya no puedo ni bloquear mi masa encefálica, porque el chico lee lo que pienso. Sí, he dicho que voy a bloquear mis pensamientos.
Cojonudo...
Le observo apenas fruncir sus hombros y desaparecer dejando en su lugar un rastro de luz. Un rastro de luz tan bello y perfecto..

-¿Dónde estás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario